Martha A. Vergara E
l
, Zuly G Montenegro E
l
, Ana M. Vasquez del C
I
, Margarita Torres M
l
, Ade a
Jaramillo LI
I
.
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Ciencia, Tecnología y Humanidades Vol 9(2) Julio - Diciembre 2018
INTRODUCCIÓN
El perro es un animal doméstico de
mucha utilidad en la vida del hombre, es una
mascota, es un animal de compañía, ayuda
en el pastoreo, también se le adiestra como
guía de personas invidentes, en actividades
de protección de viviendas, edificios y otros
relacionados, en salvataje frente a
catástrofes, contribuye con la identificación
de estupefacientes, localización de personas
siniestradas o extraviadas; se utilizan en
terapias de personas autistas, enfermos
mentales, deprimidas, víctimas de violencia,
con trastorno del comportamiento; etc.; a
algunas razas como el perro peruano se le
atribuye propiedades medicinales (alivio del
reumatismo, evita las alergias y problemas
respiratorios).
La inflamación de la piel del perro es
considerada como dermatitis canina, este
cuadro es muy frecuente en animales,
particularmente en perros; la causa de dicha
inflamación es múltiple, pudiendo ser
principalmente medicamentosa, actínica
(ocasionada por los rayos solares, UV o
rayos X), artificial (provocada por el mismo
animal al rascarse) o microbiana, esta última
es ocasionada por bacterias como por
ejemplo Staphylococcus intermedius
Staphylococcus aureus, Staphylococcus
epidermidis y Pseudomonas aeruginosa
(Montenegro et al., 2017); además están
involucrados los hongos Candida,
Torulopsis y Pityrosporum y ácaros como
Sarcoptes scabiei (Mims et al., 1999;
Mueller y Guaguére, 2009).
Dado que la infección dérmica es
superficial, una característica de la
dermatitis es la etiología mixta lo que
complica el cuadro patológico, así una
dermatitis puede presentarse como un
simple prurito hasta llegar a la septicemia lo
que pone en grave riesgo la vida del animal.
Por ello el estudio de la sensibilidad es
importante, habiéndose reportado
sensibilidad bacteriana a productos como la
amoxicilina asociada con el ácido
clavulánico, kanamicina, cefalexina,
sulfatrimetoprim (Cavalcanti y Coutinho,
2005, en Antúnez et al., 2009) y también
ceftiofur y cefalexina (Antúnez et al., 2009).
Mientras que para Malassezia en perros,
clorhexidina y los imidazoles miconazol,
clotrimazol, enilconazol, etc. (Rejas 2008).
Los objetivos de la investigación son:
Determinar la frecuencia de los agentes
microbianos causantes de dermatitis canina
en la provincia de Chiclayo entre Setiembre
2016 y Setiembre 2017, y Determinar la
susceptibilidad antimicrobiana de los
agentes microbianos identificados en casos
de dermatitis canina.